martes, 17 de julio de 2012

Capítulo 4. Las consecuencias serán lo peor.

Y allí estabamos Pedro, llorando y yo sin saber como actuar. Comenzó a suplicarme que lo perdonase pero yo cada vez me sentía más y más enfada.
-Por favor María perdoname, de verdad que no quise hacerlo, pero fue todo tan confuso... -me decia con los ojos llenos de lagrimas.
-Vete de mi casa Pedro, por favor -le dije intentando no alterarme. -Por favor, sal de aquí, no me apetece verte.
-Pero María...
-¡CALLATE! ¡VETE DE AQUÍ YA! -le grité.
Pedro se fue, yo me quedé en el jardín tumbada en el césped mirando como las nubes pasaban por encima de mi cabeza y pensando en todo lo que acababa de ocurrir. Mi madre me miraba desde la ventana de su habitación, aunque yo no me di cuenta hasta que no había pasado cinco minutos, me saludó y yo le dediqué una sonrisa, falsa, pero era una sonrisa.
Como estaba muy enfadada decidí cortar por lo sano. Pero pensé en cortar con él enviandole un mensaje, pero me parecía demasido... de cobardes, al igual que llamarlo por teléfono. Aunque me costó mucho trabajo decidí ir a verlo y cortar con él en persona, estoy había llegado demasiado lejos, la gente me miraba por los pasillos del instituto, hacían comentarios acerca de mí ya que no era la primera vez que me pasaba eso, Pedro hace dos meses se acostó con otra chica, mayor que yo, pero lo hizo, aunque yo lo perdone al cabo de una semana.
Como era demasiado tarde la hora de comer y yo estaba muy enfadada preferí dejarlo para el día siguiente que era domingo y seguro que iba a estar en casa. Le mandé un whatsapp diciendole que al día siguiente iria a su casa a hablar con él.
El día pasó y mi madre cada vez se preocupaba más, a pesar de que yo intentaba parecer la más normal del mundo. Luna y Carlota vinieron a verme, y les conté todo lo que había pasado, ellas pensaban lo mismo que yo. Lo mejor era cortar con él.
-Eso no se hace, y más si ya te han dado una oportunidad... -decía Carlota.
-Cuando haces algo siempre tienes que pensar en las consecuencias, y en su caso... las consecuencias serán lo peor. -comentó Luna.

Capítulo 3. No sé que me ha pasado.

Habían pasado como tres días desde que las chicas me enseñaron el video, y yo apenas había hablado con Pedro, solo una o dos veces cuando me lo encontraba por la calle. Tampoco me había atrevido a hablar con Carlota y con Luna del tema, prefería dejarlo pasar un poco a ver como reaccionaba Pedro cuando quedasemos a solas.
Al cuatro día por la mañana, recuerdo que era un sábado, a eso de las 12:30 de la mañana sonó el timbre de mi casa, como solo estabamos mi madre y yo, pensé que sería alguna vecina o alguna amiga de mi madre. Abrí corriendo la puerta, y para mi sorpresa, no era ninguna amiga de mi madre, era Pedro. En un primer momento deseé cerrarle la puerta en toda la cara y pasar de él, pero decidí actuar con normalidad, lo saludé y lo invité a pasar. 
Nos fuimos al jardín que hay detrás de mi casa , y nos sentamos bajo el toldo que protege las sillas y la mesa de jardín, mi madre nos trajo unos refrescos y nos dejo a solas para que hablaramos. Yo a mi madre no le había contado nada, de hecho había intentado fingir que no había pasado nada, pero aún así yo sospechaba de que ella sabía algo. Comenzamos a hablar sobre las clases, la semana tan ocupada que habíamos tenido los dos, sobre el equipo de baloncesto y sobre el concurso de baile que yo tenía la semana próxima. Hasta ahí todo era normal, hasta que de repente, mientras yo le contaba como llevaba mis ensayos de baile, me interrumpió.
-Esto... María yo en realidad he venido a decirte una cosa. -me dijo cambiando su gesto de alegría, a uno más serio. 
Por un momento, pensé que venía a cortar conmigo. Hombre, Lucía quizás sea más popular, e incluso más guapa que yo, porque a esa chica nunca le ha faltado la belleza, pero Pedro no era el tipico que se dejaba llevar por dos tetas bien puestas, o por un pelo Pantene perfecto. Lo único que hice fue decirle que me contara todo eso que venía a decirme.
-Pues, mira resulta que la otra noche fue el cumpleaños del hermano de Lucía, la que está contigo en clase de Geografía. ¿Sabes quien es? -solo asentí con la cabeza, y el continuó- Pues como nuestras familia siempre han sido muy buenas amigas, yo fui con mis padres y mi hermana pequeña al cumpleaños y... bueno al terminar la fiesta, como estabamos todos muy contentos, no sé lo que me pasó pero besé a Lucía. De verdad que no sé como pasó porque y yo no quería, ella nunca me ha caido del todo bien, pero los dos estabamos solos en ese momento... 
Los dos nos quedamos callados durante unos minutos hasta que un pequeño suspiro lo rompió. Yo recuerdo que estaba mirando hacia el suelo y cuando oí el suspiro levanté la vista para mirarlo. No podía creerlo, jamás habia visto a Pedro en esa situación, estaba llorando. 

Capítulo 2. No podía creerlo

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Era Pedro, mi novio, y estaba besando a Lucía, una chica de mi clase la cual hace algunos años era mi mejor amiga, pero por una discusión nos distanciamos. Además, observando un poco el paisaje era la puerta de la casa de Lucía, la cual conozco bastante bien porque he pasado muchos años yendo allí.
Mi primera reacción cuando me quitaron el vídeo fue salir corriendo, bajé las escaleras que conducían a la puerta, y salí de la casa sin mirar hacia atrás, sin hacer caso a los gritos de Carlota. Corría y lloraba a la vez desconsoladamente, no sabía porque estaba pasando todo esto. Cuando llegúe a casa, me acordé de que mis padres ya dormían así que me sequé las lágrimas, abrí la puerta con mucho cuidado, y subí a mi habitación rapidamente para continuar llorando detrás de la puerta.

jueves, 5 de julio de 2012

La Historia de María. Capítulo 1

Hola, me llamo María y soy una adolescente de 17 años.
Ahora mismo estoy en mi habitación, sentada en la cama oyendo como el agua golpea el techo de plástico que cubre el patio de Rosa, mi vecina. 
En realidad no estoy haciendo nada productivo, solo estoy pensando en lo que me ha pasado hace unos días.
Eran las 11 de la noche, me disponía a acostarme, cuando de repente sonó mi movil.
-Digamé-contesté, la verdad es que no estoy acostumbrada a que me llamen por telefono y menos tan tarde.
-Hola María, soy Carlota ¿dónde estas?
-Pues a estas hora lo más normal es que esté en casa, no trabajo de noche ni nada...-le contesté en un tono burlón.- ¿Por qué? ¿Qué te pasa?
-Necesito que vengas a mi casa ahora mismo.-me constestó ella muy seria-Tienes que ver una cosa.
-Pero... ¿qué ha pasado?
-¡NO PREGUNTES Y VEN RÁPIDO!-me gritó.
Yo solté el teléfono, me quite el pijama y me puse unos vaqueros que había encima de la silla de mi escritorio. Lo bueno de esa situación fue que mis padres ya estaban dormidos porque al día siguiente tenían que trabajar, así que nadie se dió cuenta que salí. Menos mal que la casa de Carlota no estaba muy lejos y en 15 minutos llegué y llamé a la puerta. Pude oir los pasos de Carlota corriendo hacia la puerta. Me abrió y tiró de mi brazo para que entrara. Subimos a su habitación y cuando entré me di cuenta que no ibamos a estar las dos solas, también estaba Luna, en realidad se llama Lucrecia, pero odia que la llamemos así.
-Hola Luna. ¿Qué ha pasado? Espero que el motivo sea importante porque me habeis sacado de la cama-les dije en un tono algo enfadado.
-Hola María-me constestó Luna, que estaba sentada en la cama de Carlota con el ordenador encima de sus piernas.
-María, necesitamos que veas algo, pero prometenos que no te vas a enfadar... -me dijo Carlota muy seria. Ahora que lo pienso, yo jamás había visto a Carlota tan seria.
Entonces fue cuando empecé a asustarme de verdad. Las dos estaban muy serias, lo que significaba que había pasado algo grave, o al menos importante. 
-Bueno vale-consteté poco segura.
Carlota se sentó junto a Luna, miraron la pantalla del ordenador, se miraron entre ellas y le dieron la vuelta al ordenador, para que yo pudiese ver lo que ellas habían mirado anteriormente. Era un video de algo, o mejor dicho, de alguien. Le dieron al play y se quedaron mirando mi cara, mi expresión, mi reacción... 
Yo me quedé sin aliento por unos segundos y después me senté en el suelo para terminar de ver lo que estaba pasando en el video.